Por Gabriela Araya, Directora de Compliance para América Latina de GE HealthCare
El
cáncer de mama es el tipo de cáncer más común a nivel mundial con más
de 2,2 millones de casos reportados en 2020, pero además es la principal
causa de mortalidad en mujeres en todo el mundo al cobrar la vida de
685.000 mujeres, de acuerdo la Organización Mundial de la Salud (OMS),
organismo que además señala que mayoría de los casos y de las muertes se
registran en países de ingresos bajos y medianos .
En el caso de México, datos del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) apuntan que la tasa nacional de mortalidad por cáncer
de mama, en 2021, fue de 18 defunciones por cada 100 mil mujeres de 20
años y más. Además, se registraron 7, 973 decesos por este padecimiento,
de los cuales 99.4 % fueron mujeres y 0.6 %, hombres.
El tratamiento del cáncer de mama puede ser muy eficaz, sobre todo
cuando la enfermedad se detecta precozmente. Por ello, el acceso a un
diagnóstico temprano es una herramienta fundamental para lograr un
tratamiento eficaz, así como para hacer frente a estas estadísticas y
contribuir a mejorar los resultados de las pacientes.
Para garantizar que más mujeres tengan acceso a esta posibilidad,
debemos trabajar para eliminar las barreras culturales y sociales que
existen en relación con el cáncer de mama. Y es que a pesar de las
diversas iniciativas públicas y privadas, aún persisten los retos y el
miedo a la hora de hablar del cáncer de mama y de las posibilidades de
diagnóstico. Sólo haciendo frente a estos temores tendremos alguna
esperanza de lograr avances en la lucha contra el cáncer de mama.
La detección temprana comienza con una evaluación anual de las mamas a
partir de los 40 años y atención complementaria según lo determinen los
factores de riesgo personalizados. Sin embargo, el 50 % de las mujeres
no acude a las revisiones anuales en gran parte debido al temor y a las
molestias de las mamografías.
Ante este panorama, la formación de los médicos es esencial para
detectar el cáncer de mama en su fase más temprana, pero también para
reducir el miedo y las molestias. Para apoyar a los doctores y ayudarles
a conseguir una mejor experiencia para sus pacientes, la tecnología
debe seguir avanzando.
Por ejemplo, pensemos en las mamografías en 3D, que ofrecen imágenes con
un gran nivel de detalle y precisión diagnóstica; o bien, en la
tomografía de contraste, que ayuda a reducir el número de biopsias y
procedimientos quirúrgicos innecesarios gracias a su alta especificidad y
sensibilidad. Este tipo de herramientas e innovaciones deben ser
consideradas por más clínicas y hospitales en México y América Latina
para que los expertos de la salud puedan detectar esta enfermedad mortal
en las primeras etapas y mejorar los resultados para aquellos que se
enfrentan a este difícil diagnóstico.
En GE HealthCare sabemos que para los expertos en salud una imagen vale
más que mil palabras, por ello, durante el Mes de Sensibilización sobre
el Cáncer de Mama, reafirmamos nuestro compromiso de seguir
desarrollando tecnología innovadora que ayude a los médicos a mejorar la
detección del cáncer de mama incluso en sus fases más tempranas.
También queremos compartir este importante mensaje con las mujeres de
todo el mundo: #NoSaltesTusRevisionesAnuales. Las mamografías periódicas
son esenciales para la detección precoz y atención oportuna del cáncer
de mama. Comparte este importante mensaje con las mujeres que son
importantes de tu vida, porque para combatir de verdad esta enfermedad
es necesario un diagnóstico precoz.
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